El método de pago vía transferencia electrónica entre usuarios del sistema bancario nacional lleva muchos años en el país, aunque, según estudios comparativos, pudo intensificarse significativamente a partir de la pandemia del año 2020, incorporando a su modelo de gestión a grupos etarios reacios a este tecnológico avance de las operaciones financieras.  

Como este sistema de cumplimiento de obligaciones económicas forma parte de la actual normalidad financiera personal, familiar y comercial del país, los impedimentos administrativos vigentes para concretar una inmediata acreditación de los pagos o transferencias generó, desde hace muchos años, una incomodidad ciudadana que, recién ahora, puede sentirse superada con la medida dispuesta por la Junta Monetaria del Banco Central.

Esta acción ordena, a las entidades financieras del país, acreditar de forma instantánea el pago o transferencia electrónica del dinero, sin dilaciones o esperas, independientemente de si la operación es interbancaria o entre sucursales ubicadas en distintas provincias, quedando así suprimidas las viejas costumbres de demorar horas o días la acreditación de los fondos, cuya autorización dependía del horario o día de la semana en que fue hecha la transferencia.