Loja es la primera ciudad intermedia de nuestro país que cuenta con su propio plan de acción climática cantonal, en base a estudios desarrollados conjuntamente por entidades públicas y privadas locales y la Corporación Técnica Alemana GIZ.
Este plan permitirá aplicar acciones preventivas en el cantón en concordancia con un potencial comportamiento extremo del clima y sus potenciales consecuencias, tanto para la urbe como para sus habitantes. Es decir, sus lineamientos facilitarían la adopción de ciertas medidas que podrían evitar eventuales y mayores desastres causados por condiciones climáticas inesperadas.
Esta planificación es parte de la visión integral compartida por la ciudadanía, instituciones y autoridades locales para garantizar la sostenibilidad de la urbe.
Parte del contenido de esta planificación incluye, entre otras acciones a desarrollar, la generación de programas educativos, potenciar los sistemas de información, fomentar la resiliencia en la productividad agrícola, proteger las fuentes hídricas o afianzar los procesos de reforestación.