Un conocido medio televisivo nacional habría accedido al acta procesal de la audiencia que recabó testimonios de los presuntos implicados y los supuestos testigos en uno de los casos socialmente más impactantes de los últimos años en Ecuador; el de los ‘cuatro de Las Malvinas’.
El abogado de los uniformados investigados afirma que, tras la detención de los menores, por supuesta participación en un acto delictivo, estos decidieron entregarlos a efectivos policiales en el Km. 26 de la vía Durán-Yaguachi, pero, cerca de allí, los dejaron libres, a eso de las 21H30 del 8 de diciembre, día de la aprehensión.
Esta pare de los hechos, según puede interpretarse de ese relato, tuvo lugar en un sector desolado, oscuro y aparentemente peligroso, sin ninguna muestra de empatía o consideración humanitaria por parte del contingente militar, ya que el propio abogado defensor asegura que, de manera voluntaria, momentos antes del abandono de los menores, al menos uno de los adolescentes colaboró en el retiro de un árbol caído que obstruía el paso de la camioneta en la cual eran movilizados.
Siguiendo la misma línea de análisis interpretativo, a unas tres cuadras del punto de detención, en las inmediaciones de un conocido centro comercial del sur de la urbe, existe una UPC, en la ciudadela Las Acacias, situado ese recinto a menos de una cuadra, en paralelo, a la Av. 25 de Julio, vía por la cual se desplazaba el vehículo militar. En el trayecto hacia el norte de la ciudad, presuntamente, se habrían cruzado con un patrullero de la Policía Nacional y, en el mismo camino, hay una enorme infraestructura policial conocida como Cuartel Modelo. Entonces ¿cuál fue el propósito de llevarlos específicamente hasta la zona de Taura, donde se encuentra su base operativa, para, de igual modo, entregarlos a la custodia policial?
Uno de los testimonios clave del proceso lo dio el testigo protegido que habría proporcionado atención parcial a los muchachos, quienes, al parecer, caminaron cerca de una hora para llegar a una vivienda donde solicitaron ayuda, según los horarios referenciados en el informe judicial.
Según ese testimonio, cuya información es ya conocida, los menores habrían llegado desnudos a ese presunto domicilio y, además, con supuestas muestras de haber sido golpeados.
Algunos datos testimoniales presuntamente aportados por el ciudadano que habría brindado ayuda a los jóvenes, como darles ropa, comida y facilitarles su celular para llamar a uno de los padres, serían, al menos, imprecisos, ya que los menores habrían estado en el lugar no menos de dos horas tras la llamada telefónica. Se indica que cerca de la 1 AM del día 9 de octubre los muchachos podrían haber estado en ese mismo sector
Según esa información, surge la incógnita de cómo nadie llegó al sitio, en ese amplio período, para rescatar a los adolescentes. Según el testimonio de uno de los padres, ellos habrían dejado en manos de la policía la investigación del caso.
Otro supuesto testigo habría afirmado que cerca de las 23H00, unas dos horas antes de lo eventualmente testimoniado por el primer ciudadano, personas que, se presume, estarían ligadas a grupos criminales, llegaron en motocicletas al lugar, pero cuatro jóvenes que pertenecían a otra organización delictiva se habrían llevaron en bote a los cuatro menores de Las Malvinas.
Varios sujetos, con diversos apodos, son descritos en los testimonios judiciales como presuntos autores intelectuales y, de obra, en el traslado, ocultamiento y asesinato de los cuatro adolescentes, quedando abierto a interpretación si tales presuntos delincuentes siguieron una orden expresa de alguien con mayor poder o influencia.