El cantón Pelileo vuelve a ser noticia por la aplicación de ancestrales costumbres punitivas contra quienes intentan cometer actos delictivos en sus comunidades. En esta ocasión, la colectividad de la parroquia Salasaca fue la que se activó para castigar el atrevimiento delincuencial de dos sujetos que intentaron robar pertenencias dentro de un vehículo.
Sorprendidos en flagrancia, los sospechosos fueron retenidos por la comunidad y, en vez de entregarlos directamente a la Policía Nacional, fueron sometidos a la determinación del cabildo Comunitario, el que los sancionó a una exposición pública y a recibir castigo físico con ortigas. Más de mil ciudadanos se congregaron para ser testigos de esta sanción y escarnio popular, que se llevó adelante en la plaza central de la localidad. El ancestral castigo incluyó el sometimiento de uno de los delincuentes, quien fue atado de manos y luego fue suspendido desde un puente peatonal. Finalmente, los sospechosos fueron ritualmente purificados y entregados a la policía