Estadísticas oficiales proporcionadas por las autoridades nacionales, señalan que 658 personas murieron de manera violenta en el país entre el 1 y el 26 de enero de 2025, lo cual configura un incremento del 56 por ciento respecto a igual período en 2024.
Estas cifras permiten establecer datos aterradores. En promedio, en lo que va del año, en menos de 60 minutos se produce un asesinato en Ecuador, lo cual lleva a reflexionar sobre el estado de indefensión en la que se encuentran todos los ciudadanos.
Loja aporta con dos decesos de este tipo en cinco días y el reciente sicariato de un oficial de la Comisión de Tránsito en Salinas nuevamente plantea la interrogante sobre quién se encuentra a salvo de ser víctima de un ataque criminal de esta naturaleza.
Lógicamente, hay decesos que afectaron a personas del mundo criminal, con seguridad, un alto porcentaje de los casos, sin embargo, siguen habiendo atentados contra figuras políticas nacionales, como fue el asesinato del alcalde del cantón Arenillas, en la provincia de El Oro. O, también, contra figuras de autoridad, como el del oficial de la CTE, sucedido durante el último fin de semana en la provincia de Santa Elena, cuyas potenciales causas de muerte llaman a reforzar la anterior reflexión.
De similar manera, ocurrió con el caso de la ciudadana fallecida ayer lunes 27 de enero en Loja, que no tenía antecedentes penales. Estos y muchos otros hechos exponen La aparente facilidad y supuesta impunidad que tiene el asesinato en nuestro país.