El denominado caso “Norma” se convirtió en otra piedra en el zapato para el Estado ecuatoriano, tras conocerse, esta semana, una sentencia condenatoria emitida por el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

El organismo internacional determinó que Ecuador, como Estado, no brindó la debida protección a una de sus ciudadanas, que, cuando ocurrieron los acontecimientos que la pusieron en peligro, era una preadolescente. El padre de Norma abusó sexualmente de ella desde su infancia y, luego de embarazarla, a sus 12 años, la obligó a completar la gestación y dar a luz, convirtiendo, a la entonces menor de edad, en madre de su propio hermano.

Estos sucesos ocurrieron hace más de una década y la recurrencia a una instancia internacional fue propiciada por colectivos de protección de derechos que entendieron, desde su perspectiva, que la justicia nacional, presuntamente, no le dio la atención debida al caso y dejó desprotegida a la víctima.  

La condena de CDH-ONU demanda que Ecuador repare integralmente los daños percibidos por Norma en su infancia, estableciendo enfáticamente en el documento de sentencia que el Estado “vulneró su derecho a vivir con dignidad”.

Se agrega en el informe que los organismos competentes no dieron una adecuada información sobre las opciones que, en ese entonces, tenía la niña, de tan sólo 13 años de edad cuando fue madre y que en esa época expresó su deseo de no criar al fruto de un abuso incestuoso.

Según la decisión judicial de la ONU, Norma fue privada de su derecho a la educación y se vio obligada a cuidar, contra su voluntad y en condiciones de pobreza extrema, a un hijo que ella no consintió en procrear ni traer al mundo.

Eventualmente, esta decisión internacional condenatoria contra Ecuador debería obligar a nuestras autoridades parlamentarias para que modifiquen la legislación vigente y, así, garantizar que esta historia no se repita, facilitando, entre otros aspectos relevantes, acceso a un aborto oportuno, legal y seguro en casos de esta índole.

El documento, además, exige una compensación económica, apoyo psicológico y con medios que permitan a Norma completar su educación y acceder a un proyecto de vida mejor.